La relajación consciente: una medicina natural y una ventana a la conciencia
La práctica de la relajación es una medicina natural para prevenir y afrontar los estados de tensión, estrés y ansiedad. Conseguir y mantener un estado de relajación en la vida cotidiana te procurará un mejor funcionamiento de tu organismo, favoreciendo todos los procesos básicos involuntarios regulados por el Sistema Nervioso Autónomo y sus conexiones y repercusiones sobre otros sistemas como el cardiovascular, digestivo, endocrino o inmunológico. Fomentar un estado de relajación te ayudará a prevenir numerosos trastornos de salud que tienen su origen en la pérdida de la homeostasis y el equilibrio del organismo.
La práctica de la relajación no sólo repercutirá beneficiosamente en tu salud, sino que te inducirá un estado interior de calma y de bienestar. Desarrollarás la conciencia corporal y la capacidad de observación de tus estados internos, físicos y mentales. Este estado interior de calma y de quietud es una premisa básica para llevar la actitud de atención, de presencia y de conciencia a la vida cotidiana y para contemplar, sentir y vivir de una forma auténtica y plena.
Existen diversas técnicas de relajación pero, probablemente, todas ellas están basadas en la relajación yóguica o Shavasana. Esta práctica se basa en una toma de conciencia del cuerpo y de la respiración mediante un repaso sistemático de todo el cuerpo. A medida que hacemos el recorrido de los pies a la cabeza o de la cabeza a los pies (diferencias en el método, dependiendo de las escuelas), llevamos una sensación de liviandad a cada parte de nuestro cuerpo, soltándolo y aflojándolo progresivamente. Pero este repaso mental corporal ha de realizarse con atención, desde “dentro”, tomando conciencia de las sensaciones de cada parte del cuerpo y desarrollando una actitud de apertura y aceptación hacia las mismas, sean agradables o no, sin resistirse ni oponerse, sin aferrarse a ellas ni rechazarlas. Tomar conciencia de tu cuerpo, aceptar y abrirte a la experiencia en el momento presente, te permitirá soltar y trascender la propia experiencia física.
Shavasana se traduce como la postura del cadáver. El yogui simula y experimenta en los asanas o posturas y, en este caso, simula la experiencia de estar muerto sin tener que morir. El gran santo y yogui Ramana Maharshi la practicó en un momento en el que sufrió un terrible e inexplicable miedo a la muerte, lo que podría interpretarse como una crisis de angustia. Entonces dramatizó el momento de la muerte, se acostó con los miembros estirados y rígidos, simulando que su cuerpo era un cadáver y se preguntó: ‘Con la muerte de este cuerpo, ¿muero yo también? ¿Soy ‘yo’ el cuerpo?’ Y sintió que aunque su cuerpo estaba silente e inerte, había algo más, la fuerza y la silenciosa voz interior, el espíritu que trasciende al cuerpo.
En Shavasana experimentarás Santosha, el segundo Niyama, la serenidad mental, la paz interior, el silencio y la quietud. En palabras de Yogamaharishi Dr.Swami Gitananda: ‘Descubrir que en medio de la confusión, la paz existe; en medio de la oscuridad, la luz existe; en medio de la muerte, la vida existe; en medio de la falso, la verdad existe’.
En Shavasana ya no hay nada a lo que aferrarse, porque en ese estado ya no tienes nada, porque en ese estado ya eres Todo.
¡Qué maravilla Laura!
Algo tan cotidiano, que practicamos con tanta asiduidad y que encierra toda la Sabiduría del Universo.
…como cada acción cotidiana, como cada pequeño instante de nuestra existencia.
¡Muchas gracias!💕🙏🏻💕
¡Gracias Mayte por compartir!
Tan fácil y tan, tan complicado y difícil a la vez
¡Gracias Malena!