El comerciante sabio

Desde Jaipur, India Durante uno de los trayectos en ricksaw en la ciudad de Jaipur, el avispado conductor se empeñó en llevarme a la tienda de un amigo suyo, que según él era un artista excelente, para que viera sus pinturas, a pesar de que yo le dije varias veces que no quería comprar nada.

Nos sentamos en el suelo a tomar un chai y el comerciante me preguntó de dónde venía, qué lugares había visitado en India y cómo estaba resultando la experiencia. Le hablé de mi interés en la cultura y tradiciones de su país y, sobre todo, en aprender y profundizar en los conocimientos y en la práctica de yoga.

Estaba claro que era un comerciante y que el fin de aquel encuentro era que yo comprara algo, sin embargo, pareció interesado en seguir la conversación en la línea que yo había iniciado.

«¿Qué es lo que buscas y esperas encontrar en el yoga?», me preguntó. «El despertar de la conciencia, la realización del estado del Ser», le contesté. «Bien», me dijo. «Mucha gente piensa que es suficiente con estar en un ashram durante dos semanas, practicando posturas y aprendiendo algunas de las técnicas de pranayama o meditación. Eso apenas es nada.

Está bien leer y estudiar a los maestros, pero el arte es grande y la vida, corta.

Yoga es una actitud de calma y de ecuanimidad. Tienes que llevar esta actitud a tu vida.

En cuanto a los asanas, basta con que practiques una docena de ellos.

Aprender relajación y mantenerte relajado es fundamental. Es un estilo de vida. Debes despertar la energía que hay en tu interior y aprovecharla conscientemente pero para ello debes mantener unos hábitos de vida saludables, física y mentalmente.

Recuerda que siempre que eliges un camino en la vida, tienes que estar dispuesto a abandonar otros. Es un proceso de evolución y se debe desarrollar paso a paso, estableciendo primero las condiciones para que las prácticas puedan, después, ser realmente provechosas. Existe una ley del karma. El producto de tus actos volverá a tí. Todas tus acciones tienen consecuencias que, de una forma u otra, repercutirán en tu vida. Por eso, es importante pensar, hablar y actuar de forma correcta y honesta.

Procura realizar cualquier acción o tarea sin esperar resultados. Haz cada cosa en tu vida lo mejor que sepas y puedas, concéntrate en la acción por sí misma, sin esperar nada a cambio. Ésta es la forma de estar en paz».

Después, me preguntó que si quería ver sus obras. Al fin y al cabo, era un comerciante.

Me enseñó una pintura que había tardado 4 meses en finalizar. «Cuando uno hace lo que siente, queda absorbido por la acción y no se da cuenta del paso del tiempo. Es una forma de meditación», dijo.

Le dí las gracias por su tiempo y por su hospitalidad y me marché pensando que en este país puedes encontrar un maestro en cualquier parte, siempre que estés dispuesto a recibir la enseñanza.

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